23 jun 2009

Enredadera de la vida,
quebradizo corazón mortal. Mi dolor interno inigualable a ningún otro corpóreo, me atraviesa impunemente, lacerándome mortalmente con odio avasallador. Y yo herida, hundida, me escondo en lo más recóndito, sumergiéndome en un sueño olvidadizo que me ayude a volar, como mariposa creadora de sueños.